viernes, 24 de julio de 2020

Capítulo 12


Manuela  ha pasado la noche con Marlon  pero va a su casa a ducharse para que Jorge  crea que durmió a él. Entra en el cuarto del joven que aún duerme. El chico duerme desnudo y está destapado.
--¡¡venga, despierta¡ ¡¡quiero que vayas a la clínica con tu hermana¡
Jorge  lo mira con sueño:
--¡mamá, que estoy desnudo ¡
--eres mi hijo. No he visto nada que no hubiera visto antes.
Jorge se tapa con la sábana.
--va. Quiero que  vayas al hospital.
--tengo que trabajar.
-pero vas antes de ir al trabajo. Y si puedes falta. No necesitas ese trabajo de cuarta ¡No quiero que Cristina esté con ese novio suyo ¡
Manuela  habla con mucho odio algo que sorprende a Jorge .
--¿Carlos? Pero si es el mejor novio que podía tener. 
Manuela  se molesta porque Jorge  no se pone en contra de Carlos.
--¡no me gusta y punto¡
-- es buena onda, no sé que tienes en contra de él.
--¡¡es un maleducado¡ ¡me faltó al respeto¡
--algo le habrás hecho... --luego lo mira con cierta dureza-- o a papá.
Por su cara, Jorge  se da cuenta que ha acertado. A Manuela  lo que más le duele es que su hijo le pueda recriminar cosas. 
--¡¡como sea. No me gusta para Cristina. Es muy mayor  y no tiene porque estar todo el día en el hospital. Quiero que le digas que se aleje de mi hija¡
El gesto de amor de Carlos conmueve a Jorge :
--Pues yo lo apoyo.
Manuela  no quiere discutir  con su hijo así que se aparta de él. Va a servirse una copa. Carlos le ha despertado deseo y una gran a
antipatía.
--primero que mi niña salga de esto y luego ya me ocupo de ese bueno para nada.
Pero antes de destruirlo quiere pasarlo por su cama.

Tanto Leopoldo  como Carlos sienten que el cielo los ilumina sólo a ellos dos cuando se ven. Carlos está siempre con Leopoldo. Les confunden con padre e hijo. Ambos siempre lo corrigen con nerviosismo. Se miran con una extraña excitación.  Pasan todo el día en el área del hospital. Comen en la cafetería. Dan una vuelta por el jardín. Aunque le han prohibido que lo haga. Leopoldo lleva ropa de calle. 

Marlon  está pendiente de Leopoldo  esperando un momento para lastimarlo pero nunca lo encuentra solo. Siempre Carlos está con él.
--¿¿¿¡pero quién es ese imbécil que se le pega como una lapa?¡
No hay manera de encontrar a Leopoldo  desenganchado de Carlos.
--¡¡malditos¡ --dice Marlon  golpeando el volante con rabia
 Manuela  y Jorge  van a la clínica sólo en horas de visita. Manuela  se mantiene distante pero mira siempre con mucho odio tanto a Carlos como a Leopoldo . Jorge  besa a su padre y abraza a su amigo.
--gracias por lo que estás haciendo, hermano. Nunca lo olvidaré.
Los amigos se abrazan llorosos ante la atenta mirada de Leopoldo . Leopoldo y Carlos se miran de reojo. Suspiran. Pasan de dos en dos, Jorge  con Manuela , Carlos con Leopoldo . Luego Carlos y Leopoldo  se quedan siempre juntos. Apoyándose. Rozándose y sofocándose. Jorge  se va con su madre. Siempre hay odio en la mirada de Manuela  y cariño y agradecimiento en la de Jorge . 

Al cabo de unos días, a Leopoldo  le quitan el collarín. Está con Carlos. Carlos lo abraza. Los dos vibran. No quieren pensar lo que les está pasando pero les gusta mucho estar juntos. Carlos acaricia con mucha ternura a Leopoldo . Con su cariño Leopoldo está menos triste pero no puede borrar la culpa.
--No me gusta verte tan triste, tan apagado.
--Es que no puedo estar de otra manera. Yo estoy aquí bien, contigo y en cambio mi niña...
Leopoldo  se derrumba. Llora. No quiere pensar que su niña pueda morir. Carlos ayuda a Leopoldo  a sentarse. Carlos a su lado. Le toma de las manos y lo mira con una dulzura que a Leopoldo le  hace estremecer. Nunca nadie la había mirada con tanto amor. Carlos le habla desde el corazón, desde el más tierno y puro cariño.
--pero tú no tuviste la culpa.
Leopoldo  se desespera.
--¡¡si, sí¡ No cuidé que los frenos estuvieran bien.
--La policía no descarta que fuera provocado
Leopoldo  no cree eso.
--tiene razón Manuela , soy un inútil. Merezco estar muerto.
Carlos estrecha contra su pecho a ese hombre . Los dos vibran. Carlos no soporta que Leopoldo  se lastime así mismo.
--tu esposa es idiota y no merece un hombre  como tu.
Los dos están muy sofocados. Se miran y estremecen. Leopoldo lo mira lloroso pero con el corazón contento. Aunque no quiere no puede evitar sentir cosas por el novio de su hija.
--Cristina entenderá que fue un accidente. Nadie tuvo la culpa.
Carlos siente afán de proteger y ayudar  a ese hombre tan atormentado por la culpa. A Leopoldo le gusta estar acompañado. Sentir el calor de alguien, alguien que está interesado en él, alguien  que se preocupa de lo que le pasa.  Nunca se había sentido así con nadie. Nunca nadie se había preocupado por él de esa manera. En su juventud sólo se encontró con chicos que veían en él sólo un cuerpo bonito y Manuela sólo vio en él su enorme fortuna.
--¿y si no se recupera?¿y si mi niña muere?
A los dos les da mucho dolor esa posibilidad pero Carlos trata de transmitirle energía positiva .
--¡¡se va a poner bien y tú y yo vamos a estar ahí con ella¡
Leopoldo  siente, siente muchas cosas por Carlos. No quiere pensar. No quiere pensar si es correcto lo que está empezando a sentir por el novio de su hija.  Se siente bien a su lado y eso es lo que importa. Carlos está a su lado en el momento que más lo  necesita. 
--Eres un ángel, mi ángel¡bendito el camino que te trajo a mi¡
Carlos suspira fascinado y Leopoldo  se derrite. El corazón del uno vibra por el otro.

Carlos no se da cuenta del día en que pasa de estar cuidado a Cristina a estar acompañando a Leopoldo . Leopoldo  no se da cuenta de cuando ese joven deja de ser el novio de su hija para ser un chico que le gusta. Por la noche se lo reprocha así mismo.
--¡¡es el novio de mi hija, ¿que estás haciendo¡ ¡qué estás haciendo¡?
Pero se siente joven y hasta empieza a usar la ropa de su hijo y unos jeans muy ceñidos al cuerpo. Es un hombre muy muy guapo. Carlos nunca se había fijado en un hombre pero Leopoldo le gusta. Le gusta por dentro y por fuera.  Carlos lo ve y sonríe. Leopoldo  sonríe y suspira. Carlos es la primera vez que lo ve sonreír. Carlos es la primera vez que lo ve contento desde que Cristina tuvo el accidente. Los dos están felices. Se saludan con un efusivo abrazo que a los dos les estremece. Carlos y Leopoldo se tratan como dos personas que se conocen y empiezan a sentir cosas el uno por el otro.
--tienes una sonrisa preciosa Leopoldo .
--Gracias, Carlos.
Carlos pone una cara muy seductora que a Leopoldo le fascina.
--Me gusta verte sonreír --le dice Carlos muy simpático.
--Me gusta que tú me hagas sonreir.
Los dos se miran dulcemente.

Jorge  y Marta  han tenido sexo en el auto. Él necesita descargarse. Es mucha tensión la que está aguantando y con Marta  puede desahogarse. 

En la noche,  Carlos sale desnudo de la ducha. Sonríe enamorado. No se ha dado cuenta de cuando Cristina ha salido de su corazón y ha entrado Leopoldo.  Le da tristeza y siente culpa por haber dejado de querer a Cristina pero le gusta lo que siente por Leopoldo . Se recrimina así mismo.
--¡¡eres un loco. Leopoldo  nunca te haría caso¡
Piensa en como lo mira, como le sonríe.
--¿o sí?
Es algo que le ilusiona mucho.


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