viernes, 24 de julio de 2020

Capítulo 7


Marlon  sigue el auto de Leopoldo . Quiere ver con sus propios ojos como muere su enemigo. No estaba en sus planes lastimar a su hija pero ni modo. No quería esperar ni un dia más. Desea que la desaparición de Leopoldo  sea de inmediato.
--pobre Manuela , el esposo y la hija.
Aunque no lo había planeado la idea  le gusta. La muerte de su hija hundirá a Manuela  y Marlon  estará ahí para ser su refugio.
Sonríe maliciosamente.


Carlos y Jorge  están juntos en el garaje del primero. Carlos toca la guitarra. 
--gracias por dejarme una guitarra.
Jorge  mira hacia la puerta. Está muy ansioso, esperando poder que se le aparezca Luisa en cualquier momento.
--no hay de qué. Sabes que soy tu hermano. Puedes contar conmigo para lo que quieras.
Con una guitarra en sus manos Carlos se siente transportado a otro mundo.
--es que si la música no puedo vivir.
Mira hacia su rincón donde están sus guitarras destrozadas. Ha prohibido que las toquen para así odiar cada día más a su padre y a Luisa. Mira sus guitarras destrozadas con lágrimas en los ojos
--y todo por culpa de esa bruja que tú tanto defiendes. 
Jorge  tiene que hacer un esfuerzo para que no se note el amor que siente por la joven madrastra de su amigo:
--No es que la defienda, es que pienso que tú no le has dado una oportunidad.
Carlos no puede soportar que le hablen de Luisa sin sentir un odio atroz:
--¡¡Ella es de lo peor... de lo peor¡
Jorge  para la discusión. No quiere pelear con Carlos.
--¿y no vamos a comer?
Jorge  tiene que hacer un esfuerzo para controlar sus ansias. Se imagina en la misma mesa que su amada Luisa y eso lo tiene muy contento.
--si claro, ya le avisé a la sirvienta. En un rato nos lo trae.
--¿es que vamos a comer aquí?
Aunque procura que no se le note, la desilusión que siente Jorge  es mucha.
--Si, yo ni loco como con esa.
Jorge  se queda al lado de su amigo. Aunque su corazón está con Luisa que come sola en la gran mesa.
--¿y mi esposo?
No le dan razón de él y eso le entristece. Jorge  come veloz para así no tener tiempo de pensar en Luisa. Carlos no tiene mucha hambre, piensa en Cristina, en las ganas que tiene de volver a verla, en que no tiene espera. Está componiendo una canción para ella. Es una sintonía llena de amor y ternura. Jorge  no puede evitar pensar en Luisa. Se imagina que ella corresponde a su amor, que se besan, que se aman...
--¿y bien?¿qué te pareció la canción?
Carlos quiere saber la opinión de su amigo pero la canción ha transportado a Jorge  a un mundo de amor y no contesta. Carlos le da un golpe en el hombro divertido:
--eh, ¿dónde te fuiste chamo? --le dice divertido.
Jorge  suspira enamorado. Piensa en Luisa:
--tu canción es hermosa. Mi hermana se va a morir de felicidad cuando la escuche.
--¿en serio?¿crees que le gustará? --pregunta Carlos ilusionado.
Jorge  se levanta y acaricia a su amigo fraternalmente:
--se volverá loca.
La música es su vida pero Cristina se le está metiendo muy dentro. Quiere hacerla feliz. 
--nadie me ha querido como ella. Siento que es mi vida, sin ella no soy nada. La música es mi pasión pero tu hermana es mi todo. Por ella lo dejaría todo.
Jorge  sonríe a su amigo satisfecho. De pronto Carlos siente que algo se ha roto dentro de él. Se lleva las manos al pecho. Se ahoga. Jorge  se angustia.
--¿¿¡qué te pasa?¡ ¡¡ayuda, ayuda¡
Carlos no puede hablar. Está pálido. Siente que se le va la vida.
--¡¡Luisa... Luisa¡
En esos momentos Jorge  no es un hombre enamorado sino un hombre asustado y preocupado por un hombre y Luisa es la única que puede ayudarlo. Aunque no pierde el conocimiento, Carlos se desploma en el piso. Justo en ese momento Leopoldo  pierde el control del auto. No puede frenar y acaba estrellándose contra la valla de seguridad. Jorge  en el piso abraza asustado a su amigo:
--¿¿¡qué te pasa?¿¿qué te pasa?
Luisa entra corriendo:
--¿¿qué ocurre?
Se angustia al ver a los dos amigos en el piso abrazados. Carlos casi no puede ni respirar pero reacciona al ver a Luisa. El odio es superior al resto de sentimientos.
--¡¡¿¿qué hace aquí? ¡¡fuera¡
Carlos se levanta. Ya se ve bien. Luisa cree que bromeaban y se va enojada. Jorge  mira de reojo a la mujer de sus sueños pero lo que más le preocupa es su amigo al que tiene muy abrazado por si vuelve a desvanecer.
--¿te sientes bien?¿qué te ha pasado?
Carlos se encoge de hombros. No tiene ni idea. Ha sido todo muy extraño. 

Marlon  es uno de los muchos curiosos que se han parado al ver el accidente.
--¡¡hay que tragedia tan espantosa¡ --dice ocultando la felicidad que siente.
Leopoldo  es sacado en camilla. Está consciente.
--¡¡mi hija ¿cómo está mi hija?
El hombre está muy  angustiado. Trata de moverse pero lo tienen inmovilizado. Marlon  está furioso:
--maldito perro, tiene más vidas que un gato¡
Y abandona el lugar de los hechos. Poco y nada le importa el destino que corra la joven Cristina. Su estado es muy delicado. La mueven con cuidado porque es frágil y su vida tiende de un hilo. Molesto Marlon  regresa a su casa. Ya Manuela lo estaba esperando:
--¿¿donde estabas?
Ella es muy agresiva. Él está furioso. Necesita desahogarse, también quiere que su amante esté ocupado para que no puede ir con su esposo. A Manuela  le pierde la pasión por ese chico.

Jorge  se está despidiendo de Carlos.
--¿seguro que estás bien?
Carlos tiene un mal presentimiento pero no piensa en esas cosas.
--si, tranquilo.Vete.
Jorge  quiere alargar al máximo el momento de la despedida por si ve a Luisa. Le llaman al celular. Al joven le brillan los ojos ¡¡ni hecho a propósito ¡ Es una empleada de su casa. Se queda como en shock. Ahora es Carlos el que se angustia y el que quiere saber lo que le pasa a su amigo. Jorge  no reacciona, Carlos se desespera.  Lo zarandea.
--¿¿qué pasa? ¡¡no me asustes¡
Jorge  empieza a reaccionar. Por sus ojos deslizan unas lágrimas y con un hilo de voz le dice a su amigo:
--Mi hermana y mi papá tuvieron un accidente.
Carlos siente que se rompe por dentro. Está muy nervioso.
--¡¿¡cómo está tu hermana¡? ¡¡dime, cómo ¡
Jorge  no puede creerse lo que está ocurriendo.
--no lo sé bien pero parece que es muy  grave.
Carlos siente que se le va la vida pero lucha por mantenerse sereno.
--¡¡tenemos que ir a verla¡ ¡¡vamos¡
Jorge  aún está en shock. Carlos le da un bofetón:
--¡¡reacciona, te necesito¡
Jorge  está demasiado afectado y aunque van en su auto es Carlos el que maneja porque aunque siente un gran dolor en su alma lo que más desea en esos momentos es correr hacia los brazos de su amada. Presiente que Cristina lo necesita. Maneja con mano de hierro aunque por dentro está roto. Nunca había amado y no piensa aceptar perder de  golpe a la mujer que más ama.

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