viernes, 24 de julio de 2020

Capítulo 15


Se prepara la lectura del testamento de Lucas. Luisa, de negro y muy triste, es la que  encarga de todo. Carlos se enfrenta a ella:
--ya estarás contenta, ¿no? ¡¡hoy es tu gran dia¡
Luisa siente una gran herida en su alma, le duele el desprecio de su hijastro:
--¿qué tengo que hacer para que creas que amé a tu padre, que me duele su muerte?
Carlos no se conmueve para nada:
--¡¡renuncia a todo y vete¡
--si eso es lo que quieres. Lo haré.
Luisa habla en serio. Carlos se ha quedado muy sorprendido. No esperaba esa respuesta.  Se quedan un buen rato mirándose en silencio. Luisa espera que él la abraza, que se consuelen pero Carlos la mira con dureza y va hacia el jardín. Llega Jorge .
--no esperaba verte.
Carlos está un poco a la defensiva, le duele que Jorge  defienda a Luisa. Jorge  se ha pensando si ir o no, en realidad quiere ver a Luisa pero sabe que tiene que  ir con cuidado al hablar no sea que su amigo sospeche y se enoje.
--quería ver como estabas, últimamente estamos perdidos.
--Eres tú el que estás algo frio conmigo desde hace tiempo. Tu madre finalmente te ha puesto en mi contra... ¿ o es por tu padre?
Carlos piensa que tal vez Jorge  se ha dado cuenta que lo que siente por su padre no es normal y eso le asusta.
--¿mi padre?¿qué tiene que ver mi padre?
--no claro --aliviado-- ¿entonces qué te pasa conmigo?
--Hay algo que quiero hablar contigo pero esperaré a que mi hermana esté mejor.
Carlos traga saliva. No puede mirar a los ojos a su amigo, le duele haber besado a su padre. Lo que más le duele es que le gustó.
-y ahora que has mencionado a mi padre¿qué te pasa con él?
Carlos está muy nervioso. No quiere que Jorge  se entere de algo que tanto le avergüenza.  Le cuesta mucho disimular.
--¿de qué hablas?
--de que antes te la pasabas pegado a él y ahora parece que le huyes ¿ha hecho algo que te molestara?
Jorge  jamás sospecharía lo que le ocurre. Carlos vibra al recordar ese beso. Eso es lo que le molesta, que le gustó  besarlo y por eso quiere mantenerse alejado de él para no tener que hacer frente a una situación que no sabría manejar.
--Lo que pasa es que Cristina está mejor y no tiene sentido que los dos tengamos que estar todo el dia ahí metidos.
Suena coherente pero a Carlos le tiembla la voz. Se le hace muy duro estar separado de Leopoldo . No deja de pensar ni un sólo momento en él. Eso le atormenta. No piensa en su novia sino en el  padre de ella.  Una empleada les avisa que todo está lista para la lectura. Carlos y Luisa se sientan delante. Él ni la mira, se muestra frío. Luisa está triste por la distancia entre su hijastro y ella. Necesita apoyarse en alguien. Es mucho su dolor. Jorge  se muere de amor.  Luisa es la heredera universal de Lucas. Para Carlos no queda nada.  El joven se pone como loco. Empieza a tirar todo lo que encuentra.
--¡¡eres una maldita mentirosa¡ ¡¡esto es lo que querías¡
Jorge  trata de calmar a Carlos pero Carlos es muy agresivo:
--¡¡esa bruja os ha engañado a todos. Está feliz. Está feliz¡
Luisa llora pero Carlos la considera una farsa:
--¡¡me dijiste que no querías nada y me lo has robado todo¡
Aunque está muy triste, Luisa le dice:
--Yo renuncio a todo.
En realidad a Carlos no le importa la plata. Le duele que Luisa se quede con todo pero no por él sino porque la considera una aprovechada. El testamento dispone que si Luisa no acepta su herencia todo pasa a la beneficencia, tampoco puede cederla. La herencia tiene que quedar en sus manos y ella mensualmente pasarle una cantidad a Carlos. Luisa no puede casarse ni tener una relación pues entonces sí todo es para Carlos. A no ser que la relación sea con él que los dos lo perderían todo. Carlos está muy dolido por la última voluntad de su padre. Siente que Luisa le lavó el cerebro a su padre y se va decepcionado. Luisa está muy preocupada. Quiere ir tras él. Jorge  la retiene:
--va a ser peor.
--¡¡pues ves tú, no podemos permitir que se vaya de esa manera¡
Jorge  se queda mirando a Luisa enamorado. Cuando reacciona, ya Carlos se ha ido. Luisa está abrumada. Jorge  la abraza y se derrite.

Cristina va mejorando, está ya en planta. En una habitación. Su padre está con ella. Baja un momento a cafetería. Se topa con Carlos que está en una mesa tomando un café.
--¿tú?
Carlos lo mira herido:
--¿es que te molesta que venga?
Leopoldo  se sienta a su lado.
--No, al contrario. Eres tú el que marcaste los turnos.
Los dos están muy felices juntos. Carlos lo mira dolido:
--¿por qué tuvimos que estropear las cosas?
--No mandamos en nuestros sentimientos.
Leopoldo  ama a ese joven, toda él vibra con Carlos. Por momentos hasta está dispuesto de peleárselo a su hija. Carlos le reprime:
--pero es que yo soy el novio de tu hija ¿¿eso no te dice nada?
Es una reprimenda también para él mismo es que no puede olvidar ese beso.
--¿y qué quieres que haga? --dice Leopoldo triste.
Carlos se levanta. Se muestra frío.
--fue un error venir.
Leopoldo  le acaricia la mano. Carlos siente escalofríos de emoción  y eso le hace sentir muy mal y muy bien. Se miran, se hablan desde el corazón:
--¿y porque viniste? --Leopoldo.
--porque te necesitaba.
Los dos se abrazan con mucha devoción.  Con mucho amor. Con mucho cariño.  Con pasión. Son un volcán en erupción. Leopoldo  quisiera no controlarse pero Carlos no quiere hacerle daño a Cristina. Es consciente que ya no la ama pero estar con su padre... ya es otra cosa  Los dos se apartan con dificultad.
--¡¡esto es una locura --Carlos.
Leopoldo  le suplica que no se vaya pero Carlos se aparta. Lo mira con dolor. Su corazón late por Leopoldo pero está dispuesto a luchar contra ese amor todo lo que pueda. Huye dejando al hombre triste. Carlos está aturdido. Leopoldo  era su refugio y ahora no sabe dónde ir.  Pasa horas deambulando por la calle pensando en todo lo que le ha pasado en los últimos días. Atormentado por los remordimientos. Vibrando por Leopoldo . Llega a su casa de noche.
--¿donde estabas? --le pregunta Luisa.
--Ya se acabó la falsa. No finjas --le reprocha él.
Luisa no logra convencerlo de su sinceridad. 
--Ya tienes lo que querías. Yo no pienso aceptar nada de ti.
Muy dolido hace su maleta pese a que ella le suplique que se quede. 
--¿donde vas a ir?
Ella habla muy preocupado. Él está muy dolido:
--¿¡¡que te importa?¡ ¡¡ya tienes todo lo que querías¡ maldigo la hora en la que mi padre  te conoció¡
Carlos baja por las escaleras con su maleta. Luisa detrás:
--Yo no quiero la herencia, la acepto por ti. Te quiero ayudar.
Él se le enfrenta por última vez:
--¡¡falsa¡ quédatelo todo... yo no soy como tu¡
Carlos se va y Luisa se derrumba. Siente que le ha fallado a su esposo.

Carlos toca a un pequeño apartamento. Sale a abrirlo un guapo moreno sin camisa. Le sorprende pero se alegra. Se abrazan.
--primo ¡que sorpresa¡
--¿puedo pasar, Coco?
--si Claro. Estás en tu casa.
Tras la segunda boda de su padre, la familia de su madre se ha distanciado de ellos. Ahora Carlos lo que más necesita es un amigo a quien contarle sus tormentos y por razones obvias no puede ser Jorge .


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