jueves, 23 de julio de 2020

Capítulo 2


Jorge  se ha dejado llevar por un impulso. Con todo lo que siente que no puede controlar se dispone a besar a la joven y bella madrastra de su mejor amigo. Luisa no da crédito a lo que ve. Le sorprende mucho 
ver como ese chico la quiere besar. Reacciona rápidamente y gira un poco la cara, el beso cae en la mejilla. Es un dulce beso que a él le quema en las entrañas. Siente deseos de gritar que la ama pero de pronto reacciona por la cara de sorpresa de ella. Se da cuenta de la imprudencia que ha cometido. Se lo recrimina a sí mismo.
--¿qué estás haciendo? Es la madrastra de Carlos, no le puedes hacer esto –se dice para sí mismo.
Luisa le sonríe:
--te agradezco mucho te apoyo pero yo creo que te has confundido.
Jorge  nervioso trata de disimular.
--yo ¿confundido? ¿de qué? Yo sólo te quería ayudar.
Luisa desconfía de las intenciones del guapo joven. Para marcar la distancia dice:
--será mejor que no me tutees, que me veas como a tu madre.
Jorge  sonríe con timidez:
--yo no te podría ver como a mi madre. Tú eres joven y bonita. Yo te veo más como a una amiga. Eres más joven que yo.
Luisa lo mira regañona:
--soy la madrastra de tu mejor amigo.
Esto lo llena de culpa a él.
--bueno sí.
--soy una mujer casada –le dice.
-si, ya sé.
--Me besaste.
--pero solo en la mejilla –dice nervioso.
-- Bueno, no importa pero la próxima vez que me veas mejor me tratas de usted.
--Esta bien,  perdón señora --dice triste.
Jorge  se da la vuelta. Ella lo llama. Su voz es música para sus oídos. Se gira y la mira lleno de esperanzas...
--sí?
Ella le acaricia las mejillas con ternura, él se estremece. Cierra los ojos. Está feliz. Desearía que ese momento no se acabara nunca.
--eres un chico muy lindo.
Él abre los ojos, la mira muy enamorado:
--estoy segura que pronto encontrarás una chica que te pueda corresponder.
Jorge  se decepciona. Aunque está triste porque sabe que es un imposible no puede evitar sonreír por el momento que ha compartido con ella.

En el interior de la casa, Lucas está furioso con su hijo por haber tratado mal a su esposa.
--¡¡te exigo que le pidas una disculpa¡¡
--¡¡antes muerto¡¡
--¡la culpa la tengo yo por haber consentido tanto¡¡
-- ¡¡la culpa la tiene ésa. Es mala, nos quiere hacer daño, nos quiere separar¡¡
--¡Luisa te quiere como a un hijo¡¡
--¡Ella es una oportunista. Es joven y bonita y tú eres un viejo. Es evidente que te quiere solo por el dinero,  hasta un niño de pecho lo vería¡¡
El hombre lo abofetea. Carlos lo mira rabioso.
--me pegaste, me pegaste por culpa de esa mujer.¡¡antes nunca me pegaste¡¡
--¡pues te lo mereces¡¡
--¡¡tu  nunca me has querido y ahora te molesto. La prefieres a ella¡¡
--eso no es cierto, hijo.
--¡pues si no lo es, escoge... ella o yo... escoge¡¡
-- mejor será que no me hagas escoger entre ella y tú ¡¡porque vas a perder¡¡
Luisa entra en ese momento, Carlos la mira con mucho odio y se va corriendo. Luisa lamenta ser la causante de un distanciamiento padre e hijo. Le dice a su marido que sea más paciente con él lo que enciende los celos del hombre que está seguro que su hijo tiene razón y tiene miedo que su esposa en realidad prefiera a su hijo 

Carlos sale a la puerta de la casa. Se encuentra con Jorge  que sonríe enamorado pensando en Luisa. Carlos está furioso.
- ¡¡ves lo que me ha hecho¡¡¡esa bruja me ha arruinado el cumpleaños¡¡
-- perdón que te lo diga pero yo creo que ella sólo quería ser amable.
Carlos no soporta que su amigo esté de lado de ella:
--¿¿¡como puedes defenderla después de lo que me ha hecho?¡¡
--pero ¿qué te ha hecho? ¡te ha regalado un auto de lujo¡¡
--¡¡pero con el dinero de mi padre¡¡
como sea,  ya me gustaría a mi que mis padres me regalaran un coche.
Carlos está muy molesto:
--¡¡os está engañando a todos,  parece mentira que sólo yo vea cómo es en realidad¡¡¡el auto es una manera de comprarnos a mi y a mi padre,  de seguir engañando a mi padre¡¡
--yo lo que creo es que deberías darle una oportunidad.
Carlos lo mira con el rostro desencajado por la rabia. Jorge  trata de calmarlo:
--bueno... en fin, dejemos el tema. Hay alguien que ha venido a verte y no puede encontrarte así¡¡
Jorge  señala hacia el fondo de la calle. Marta  y Cristina se están acercando. Jorge  toma la mano de su hermana y la lleva hasta Carlos. Les une las manos. Luego Jorge  mira a su amigo y le dice:
--tu eres un hermano para mi, por eso te entrego la felicidad de mi hermana, pongo su vida en tus manos porque estoy seguro que no me vas a decepcionar.
--Gracias –dice Carlos emocionado-- te juro que tu hermana no va a tener ninguna queja de mi. Iremos poco a poco pero nunca me aprovecharé de ella.
A Carlos lo que más le gusta de Cristina es la manera en la que lo mira. Nunca se sintió tan amado  y  lo quiere intentar 
--de eso no me cabe ninguna duda.
Los dos amigos se abrazan. Luego Jorge  los deja solos y se va con Marta . Cristina y Carlos se miran frente a frente tomados de la mano. 
--mi hermano acepta que sea tu novia.
Carlos sonríe y con ternura le dice:
--¿y tú? ¿quieres ser mi novia?
Cristina lo mira feliz:
--¡¡claro, nada me gustaría más. Te amo, yo creo que te amo desde niña, siempre me gustaste y sólo ahora me doy cuenta, ahora que eres hombre¡¡¡
--y tú eres una mujer muy bonita. --dice él acariciándola.
Los dos jóvenes van acercando sus labios y se acaban fundiendo en un apasionado beso.

Jorge  y Marta  giran la esquina mientras van caminando. La casa de Carlos es grande, ocupa toda la cuadra. Pasan por el lado de una ventana. Es una sala. Se ve claramente a Luisa besándose con su marido. Esto llena de celos a Jorge  que sin dudarlo besa a Marta . Ella no se ha dado cuenta de lo que pasa pero sí nota que ha llegado el momento que esperaba.
--vamos a mi casa,  mi tía se ha ido al pueblo. Estoy sola --dice coqueta.
Jorge  mira por última vez esa escena que tanto le duele y acompaña a la joven. Ella se lo lleva a su dormitorio. Se lo queda mirando, esperando que él haga todo. Él reacciona:
--tal vez será mejor que me vaya... yo...
Marta  se saca la brusa... se queda en sostén. Él traga saliva mientras ella se lo desabrocha.
--¿llevas condones? --le pregunta ella que a pesar de estar a punto de vivir su primera vez se quiere mostrar experimentada.
--si, no te preocupes –le dice él.
Jorge  cae sobre ella mientras se va desnudando. Recuerda a Luisa y la hace suya con rabia. 

Mientras, una mujer de 50 años  llega al apartamento lo recibe un chico de 20 años. 
-- ¿y esta sorpresa, mi amor?
-El estupido de Leopoldo,  parece que comió algo en mal estado. Menos mal que ni yo ni los niños comimos en casa. El muy inútil...a saber donde compra la comida.
-- ¿y murió?
--ojalá... de momento sólo está en el hospital.
El chico  sonríe porque su plan ha funcionado.
-- ¿Quién va a sospechar que yo pueda vender algo en mal estado? ¡Yo soy el encargado de ese restaurante donde ese imbécil pidió  la comida y mantengo una conducta intachable --dice para si.
 Se besan mientras se van desnudando.

Jorge  se sobresalta. Después de hacer el amor con Marta , sale de la cama totalmente desnudo y se empieza a vestir a toda prisa. Está muy alterado:
--¡¡perdón, yo me dejé llevar... yo no esperaba que fueras virgen¡¡
Jorge  se lleva las manos a la cabeza. Tiene los pantalones subidos pero desabrochados:
--¿¿se puede saber porque me dijiste que yo era el primero? ¡¡¡yo nunca estuve con una virgen¡¡¡ ¡¡no actuabas como tal... tú me provocaste¡¡
--Claro... porque yo quería hacer el amor contigo y si sabías que era virgen pues ¿me habrías hecho el amor?
--pues no, yo no quiero un compromiso.
--no pasa nada,  yo quería estar contigo. No te pido más.

Caminando bien felices y tomados de la mano, Cristina y Carlos han llegado hasta cerca de la casa de ella. Se despiden en la esquina ya que ella se quiere despedir de su novio con un beso y no quiere que sus padres la vean.
--te amo... hoy ha sido el día más feliz de mi vida.
Carlos sonríe.  Se vuelven a besar. Cristina no se quiere separar de ese chico.
--venga… te espero aquí. Entra.
Ella va hacia la puerta sin dejar de mirarlo enamorado. Él sonríe. Le gusta sentirse tan amado. Le gusta la inocencia de la joven.  Cristina está entusiasmada. Se sorprende al ver a la chica de la limpieza a aún en la casa.
--¡ay, menos mal que llegó... no sabes lo que pasó¡¡ –le dice a Cristina.
Cristina se altera por la angustia de la otra. Un retrato preside la casa. El de sus padres. Manuela y Leopoldo. Manuela es la mujer que tiene el amante joven. Leopoldo  está solo en el hospital. 

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